jueves, 11 de septiembre de 2014

De la realidad a la fantasía en el Don Juan Tenorio de Zorrilla

Con esta entrada se pretenden analizar las reacciones de Don Juan ante la aparición del elemento fantástico en el relato. Estas reacciones pueden asimilarse a las reacciones que el lector de la época podría tener. Dividiremos estas reacciones en tres fases: negación, duda o vacilación y aceptación.

Fase 1: negación

Para ilustrar esta fase hemos seleccionado el siguiente fragmento:

"DON JUAN, embozado y distraído, entra en la escena lentamente
[…]
Dudo..., temo..., vacilo.... en mi cabeza
siento arder un volcán.... muevo la planta
sin voluntad, y humilla mi grandeza
un no sé qué de grande que me espanta. 3615
(Un momento de pausa.)
¡Jamás mi orgullo concibió que hubiere
nada más que el valor...! Que se aniquila
el alma con el cuerpo cuando muere
creí..., mas hoy mi corazón vacila.
¡Jamás creí en fantasmas...! ¡Desvaríos! 3620"

Don Juan niega la posibilidad de cualquier vida más allá de la muerte y además se intercala la primera pequeña duda "mi corazón vacila".

Fase 2: duda o vacilación

"Mas del fantasma aquel, pese a mi aliento,
los pies de piedra caminando siento,
por doquiera que voy, tras de los míos.
¡Oh! Y me trae a este sitio irresistible,
misterioso poder...
(Levanta la cabeza y ve que no está en su pedestal la estatua de DON
GONZALO.)
¡Pero qué veo! 3625
¡Falta de allí su estatua...! Sueño horrible,
déjame de una vez... No, no te creo.
Sal, huye de mi mente fascinada,
fatídica ilusión..., estás en vano
con pueriles asombros empeñada 3630
en agotar mi aliento sobrehumano.
Si todo es ilusión, mentido sueño,
nadie me ha de aterrar con trampantojos;
si es realidad, querer es necio empeño
aplacar de los cielos los enojos. 3635
No: sueño o realidad, del todo anhelo
vencerle o que me venza; y si piadoso
busca tal vez mi corazón el cielo,
que le busque más franco y generoso."


En este pequeño fragmento nuestro protagonista comienza a dudar ya que a pesar de la rotunda negación ya mostrada siente una presencia que no puede evitar. Al observar que la estatua no se encuentra sobre el pedestal su duda se incrementa llegando incluso a dudar de si, en realidad, está soñando.
 


Fase 3: aceptación

"La efigie de esa tumba me ha invitado
a venir a buscar prueba más cierta
de la verdad en que dudé obstinado...
Heme aquí, pues comendador, despierta."




 Finalmente Don Juan acepta la presencia de lo fantástico en el momento en el que decide enfrentarse a Don Gonzalo.

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