jueves, 11 de septiembre de 2014

Goya, el genio de los disparates.

El pasado 6 de Mayo daba comienzo el I Congeso Liberal: La represión absolutista y el exilio, en Cádiz. D. Juan Carrete Redondo llevó a cabo en una de sus conferencias Los Disparates de Goya.

Para quien no conozca esta serie de retratos del autor, nos referimos a la pintura más compleja, extraña y de difícil interpretación de Francisco de Goya. Son una serie, probablemente incompleta, de veintidós grabados dedicados a visiones oníricas, la violencia, el sexo e incluso la puesta en ridículo de instituciones relacionadas con el Antiguo Régimen y el poder establecido como crítica. Aparecen en ellas la imaginación, lo grotesco, la noche y el carnaval, y es necesario conocer su contexto para saber qué nos quieren decir. Fue en esto en lo que se basó la Conferencia de D. Juan Carrete Redondo.

Si citamos sus palabras podemos recordar frases como: "Es una etapa de terror y Goya pudo estar aterrorizado". "En el año 1814 Goya tiene 68 años. Es viudo, sordo y algunos de sus amigos le habían cogido el sitio. Nos deja su autorretrato junto a otro, que en pintura son los únicos. Lo que más llama la atención es el vestido; es un hombre mayor, oficialmente funcionario del Palacio Real, pintor de cámara y vemos que va vestido como un descamisado, no le interesa la apariencia. Nos da la visión de pobre que puede estar aterrorizado y a la vez esperanzado. No son retratos de encargo, los hace para sí".

"Lo que interesa son las obras que no son delicadas en 1815-1816. Son una serie, una teúrgia a la sinrazón. Algo que va contra toda razón".

Con estas palabras citadas nos situaba D. Juan Carrete ante un Goya que, poco menos podríamos pensar que había perdido el juicio. Se encuentra en una etapa muy complicada de su vida, parece estar asustado, acechado y dedica su ingenio a pintar una serie de disertaciones que van en contra de todo lo establecido, no importa si son instituciones, fiestas… En sus obras prevalece el desenfreno, la crítica, la lucha por algo que sólo él mismo entendía.

Había trabajado incansablemente por ser alguien de renombre en la vida y se veía desplazado por personas que no merecían su puesto. Su aspecto ya no le importaba, es por eso que decide hacer su autorretrato como si fuese una persona sin recursos, pues ya no le queda nada, porque todo lo ha entregado y todo le ha sido arrebatado de manera injusta.

Así pues, decidió crear una serie de imágenes que sólo su persona sabría darle orden y juicio, así como dejar a toda una humanidad con dudas y conjeturas sobre qué querría decir con sus obras, creando así un inmenso número de bibliografías que se dedican a “acertar” qué es lo que quería decirnos.


Sin duda, pienso que es una obra magistral, digna de un genio que decide llevar su verdad a la tumba.

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