Dentro del I Congreso Internacional Liberal que tuvo
lugar en la Universidad de Cádiz en el mes de mayo del presente 2014, tuvo
lugar una conferencia titulada: «Goya. Disparates ¿Serviles y liberales?»
a cargo de Juan Carrete Parrondo, Doctor por la Universidad Complutense de
Madrid, profesor de la Universidad Nacional de Estudios a Distancia (UNED) e
historiador de arte español.
En la conferencia, se presentaron y analizaron varios de
los disparates realizados por Goya, una serie de veintidós grabados que
realizó entre los años 1815 y 1823, de las que
desconocemos el orden y si la colección está acabada o no. En ella,
Goya nos presenta seres deformes, más parecidos a monstruos que a
humanos. El motivo de interés de esta conferencia es que estas obras son
de las de más difícil interpretación de las que realizó el pintor
aragonés.
En primer lugar, el profesor Carrete situó a
los asistentes en el contexto en el que Goya creó estas obras: una España
de terror con la vuelta de la Inquisición. El profesor explicó que Goya vivía
en un estado de terror, no solo por la situación en la que se encuentra el país
sino también por su situación personal (con una hija bastarda de Leocadia
Zorrilla, su amante), pero explica que al mismo tiempo está esperanzado.
Pasando al análisis comienza presentando cuatro obras de
las que sospecha sean una serie por tener el mismo tamaño, y por tener,
aparentemente, un mismo tema: la denuncia la sinrazón. Estaría compuesta por:
Disciplinantes, Escena de Inquisición, La casa de locos y Corrida de
Toros.
También nos presenta una serie de estampas publicadas en
los dos periódicos existentes en la época: La Gaceta y el Diario de Madrid. De
estas se cuentan 218: 80 de tema religioso, 54 que enaltecen a la familia real,
30 sobre la Guerra de la Independencia, 10 sobre tauromaquias y las 44
restantes sobre temas variados.
El profesor Juan Carrete
sostiene que los Disparates son una serie con un argumento y un nexo común. La
composición de cada grabado se puede dividir en dos grupos: el bien y el mal; a
la vez que muestra la situación política de la época. El miedo es el
protagonista indiscutible de la mayoría de los grabados y siempre hay una
representación de los liberales por un lado y de los serviles por otro, siempre
mediante el uso de lo grotesco.
Se analizaron: disparate femenino, de miedo, ridículo,
bobalicón, volante, cruel, desordenado, los ensacados, general, el caballo
raptor, pobre, alegre, modo de volar, de carnaval, claro, la exhortaciones, la
lealtad, fúnebre, de toritos “disparate de tontos”, de bestia, conocido y
disparate puntual.
Sobre el título también se nos habla. Fue puesto por el mismo Goya y
utilizado con el sentido de disparate como un hecho fuera
de propósito y razón, es decir, el contexto en el que él vive.
Finalmente, debemos destacar que, quizás, la intención de
Goya era mostrar una población hambrienta que sufrirá una segunda represión con
el regreso del absolutista Fernando VII, para romper así con las idílicas
visiones que el resto de grabadores de la época mostraban.
No hay comentarios:
Publicar un comentario