jueves, 11 de septiembre de 2014

El escenario fantástico en el Don Juan Tenorio de Zorrilla

Podría decirse que el escenario es un agente vivo y activo de lo fantástico, no solo forma parte sino que es un elemento fundamental. En Don Juan Tenorio Zorrilla emplea este elemento para propiciar la aparición de lo fantástico, de este modo, en el acto primero de la segunda parte leemos:

 "Panteón de la lamilia Tenorio.-El teatro representa un magnífico
cementerio, hermoseado a manera de jardín. En primer término,
aislados y de bulto, los sepulcros de don Gonzalo Ulloa, de doña Inés
y de don Luis Mejía, sobre los cuales se ven sus estatuas de piedra. El
sepulcro de don Gonzalo a la derecha, y su estatua de rodillas; el de
don Luis a la izquierda, y su estatua también de rodillas; el de
doña Inés en el centro, y su estatua de pie. En segundo término otros
dos sepulcros en la forma que convenga; y en el tercer término y en
puesto elevado, el sepulcro y estatua del fundador don Diego Tenorio,
en cuya figura remata la perspectiva de los sepulcros. Una pared
llena de nichos y lápidas circuye el cuadro hasta el horizonte. Dos
llorones a cada lado de la tumba de doña Inés, dispuestos a servir de
la manera que a su tiempo exige el juego escénico. Cipreses y flores
de todas clases embellecen la decoración, que no debe tener nada de
horrible. La acción se supone en una tranquila noche de verano, y
alumbrada por una clarísima luna"



   Lo primero que llama nuestra atención es el emplazamiento: un cementerio. Es de sobra conocida que en este lugar la línea que separa lo vivo de lo muerto se difumina. Así, al seleccionar este lugar el autor da pistas al lector de que lo que va a suceder se encuentra, al menos, en esa delgada línea.

   Otro elemento que ya hemos comentado en otras entradas es el momento del día en el que tiene lugar la escena: la nocheDurante la noche suele ocurrir todos los sucesos sobrenaturales. Además, no es una noche de verano cualquiera sino una alumbrada por la luna de forma que se propician los juegos de luces y sombras que nos hacen confundir lo real y lo fantástico.

 Además, este fragmento es un preciado ejemplo que muestra la descripción minuciosa del autor que servirá para determinar los elementos que han de aparecer en el escenario: sepulcros, nichos y lápidas, tumba, y su situación. 


   Podemos concluir que este fragmento es un brillante ejemplo de la concepción romántica de lo fantástico y su puesta en escena.

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